Los coruñeses empataron de penalti después de ir perdiendo por cinco goles Los colegiados, que estuvieron mal, mostraron cuatro tarjetas rojas en un partido de infarto

José M. Ferreiro (Vía La Voz de Galicia)

A Al Calvo Xiria se le escapó una victoria que mereció en Carballo ante el Fadesa Oar en el último segundo del encuentro y de penalti (33-33) en el derbi provincial de Primera División Nacional de balonmano.

Calvo Xiria (33, 18 + 15): Villa (Víctor); Martín (6), Marcos (5), Mario (2), Fernando (5), Quique Orge (1), Jorge Escudero (14, 8 de penaltis) -equipo inicial- Suso, Pablo Casal, Ofi, Tom, Javi Zas. El juvenil Alberto Salgado no llegó a jugar.

Fadesa Oar (33, 16 + 17): Óscar Patiño (José); Yago Acuña (10, 7 de penalti), Juanjo (5, 1 de penalti), Nando (2), Mateu (1), Aimar (4, 3 de penalti), Carrera (4) -equipo inicial-Ricard (6), Miguel, Razola (1), Carlos, Montoya y Ángel.

Árbitros : Sanz Aguado y Martín de la Torre (Madrid). Mal en un partido correcto de los equipos. Mostraron la tarjeta roja a Mateu (min 50), Martín (min 53), al entrenador coruñés Pablo Aguirregabiria (min 70) y a Quique Orge (min 58).

Marcador cada cinco minutos : 1-1, 5-4, 9-7, 12-9, 14-13, 18-16 (descanso), 20-17, 24-19, 25-21, 27-23, 29-26 y 33-33.

Incidencias : Doscientos aficionados presenciaron el partido en el pabellón municipal de la zona escolar de Carballo.

El conjunto local, bajo la magistral dirección de Javier Barrios, llevó la primera parte con ventajas que oscilaron entre los dos y cuatro goles, para llegarse al descanso con dos tantos. Ambos equipos expusieron una defensa 6-0. Los anfitriones estuvieron más regulares.

En la reanudación, el Calvo logró mantener cinco tantos de diferencia a raíz de los primeros diez minutos, hasta llegar a la parte final de auténtico infarto. El oficio de los jugadores coruñeses fue exprimido para provocar desminuir la diferencia para llegar a situarse 32-30 en el minuto 28-38.

La suerte se alió con el Fadesa en los últimos instantes para igualar un encuentro que al final sus jugadores festejaron como de una victoria se tratase cuando tenían el encuentro prácticamente perdido.

Los colegiados madrileños perjudicaron más a los carballeses, pero no estuvieron a la altura del derbi provincial.