Trepidante y apurado triunfo del Calvo Xiria ante el Cisne de Pontevedra: 30-27

Derrota por la mínima del Conservas Boya Camariñas en su cancha ante el Universidad de Santiago El público carballés vibró con la victoria del Calvo Xiria ante el Cisne de Pontevedra (30-27) en la Primera División nacional de balonmano. El encuentro no defraudó. Los colegiados influyeron en el resultado final, pero esta vez, por primera vez, los carballeses se llevaron la mejor parte. La igualdad fue constante durante prácticamente todo el encuentro, y los cinco minutos finales fueron de infarto. Por su parte, el Conservas Boya Camariñas perdió en 2ª División con el Universidad de Santiago (20-21).

JOSÉ M. FERREIRO CARBALLO Vía La Voz de Galicia

Calvo Xiria (30, 14 + 16): Óscar (Villa); Ángel (6, 1 penalti), Chof (4), Jordi Escudero (9, 4 de penalti), Quique Orge (1), Marcos (3), Martín (2, de penalti) -equipo inicial- Fernando (2, de penalti), Ofi (3). No jugaron Tom y Raúl.

Cisne (27, 12 + 15): Lafuente (Óscar); Freire (1), Escudero (4), Íñigo Domínguez (7, 5 de penalti), Fernando Rey (4), Roberto (3), Rafa Gestido (4) -equipo inicial- Mera (1), Tilves, Javi Suárez (3).

Árbitros: Castanedo Martínez y Pérez Oca, de Burgos. Caseros en los últimos cinco minutos de intenso choque.

Marcador cada 5 minutos: 2-3, 6-5, 8-7, 10-10, 13-11, 14-12 (1ª parte), 15-14, 18-14, 21-17, 23-21, 26-24 y 30-27.

Incidencias: 250 aficionados presenciaron el encuentro, en el que animaron constantemente al conjunto local.

La primera parte fue muy igualada, con dos equipos enfrascados en un juego ofensivo, en el que las defensas estuvieron siempre en inferioridad. Los locales Jordi Escudero y Ángel malograron sendos penaltis. En este período, el carballés Marcos fue el más sobresaliente, tanto en ataque como en defensa. La máxima diferencia fue de tres goles, con un marcador de 14-11.

En la reanudación, el Calvo Xiria comenzó irregular, pero a los diez minutos consiguió su máxima diferencia (18-14), algo que repitió en los siguientes cinco minutos (21-17). La reacción de los pontevedreses puso el electrónico en 24-23 y la tensión subió enteros.

Los últimos cinco minutos fueron de infarto. En ese tiempo, el meta Villa hizo que su equipo se fuese de dos goles y finalmente se consiguió una trabajada y difícil victoria, La tercera de esta temporada.